Con unos ojos pequeñitos que casi ni se ven, excava y excava túneles sin parar. Un día paro sin querer en una óptica, se puso unas gafas y descubrió que el mundo era de color, de color de rosa. Un regalo muy especial.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
MUCHAS GRACIAS CARIÑO, ME ENCANTA MI TOPITO BIZCOCHITO, AUNQUE ME GUSTA TODAVIA MAS EL DE VERDAD CON SUS MINI OJITOS. UN BESO MUY GRANDE PARA MI TOPITO.
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MUCHAS GRACIAS CARIÑO, ME ENCANTA MI TOPITO BIZCOCHITO, AUNQUE ME GUSTA TODAVIA MAS EL DE VERDAD CON SUS MINI OJITOS.
UN BESO MUY GRANDE PARA MI TOPITO.
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